AVISO: el estragón no pica ni tiene un sabor raro tipo cilantro. Esta hierba aromática francesa es muy sutil, y hace que la salsita de este tupper sea un espectáculo.

Dentro verás rodajas de tierno pavo bañado en una salsa que le da un extra de jugosidad, y hace que se parta con el tenedor fácilmente. 

La salsa es de nata, y (con el estragón, los champiñones y el puntito dulce de la cebolla caramelizada) te gustará mucho si buscas una alternativa suave a las típicas salsas.

Truco de ahorro: como hay una barbaridad de carne y de salsa, puedes combinarlo con dos vasitos de quinoa o arroz y comer dos personas. Eso, o coliflor rallada si estás con la keto.

¿Y si solo lo quieres para ti y tienes fondo?

Saca la barra de pan y moja, porque esta salsa es de las que vas a echar de menos cuando no te falte en la nevera…

Arrepentirse de pedir este tupper sería algo digno de salir en un programa de Iker Jiménez, por dos motivos.

1. Las carrilleras es la carne que más nos piden, porque las cocinamos a temperatura baja durante mucho tiempo y las hebras se te deshacen en la boca. Es una carne especial.

2. El pisto, además de ser compatible con la dieta keto, es un acompañamiento más ligero que la patata y tu estómago batallará menos.

Como dice Jaione, una cliente:

“En mi casa siempre hemos tenido la costumbre de los domingos comer “mejor”, algún producto más rico, que entre semana. Cosas de mis padres. Las carrilleras de cerdo con pisto, es mi plato para los domingos.”

El que avisa no es traidor: 

Guárdate este tupper para el día que más hambre tengas de la semana, porque se necesita espacio. No te exageramos si te decimos que mirarás a la quinta albóndiga a los ojos y pensarás: 

“Tú o yo… solo puede quedar uno.” 

Este tupper es contundente y perfecto para darse un verdadero homenaje, por tres motivos:

1. Las albóndigas son las mismas que utilizamos para uno de nuestros tuppers más famosos (“Albóndigas de la abuela”) caseras y hechas a mano una a una.

2. La salsa de queso es potente, y se nota cada una de las variedades: Manchego, Edam, Cheddar y queso azul.

3. Aunque te parezca una broma, este tupper es 100% compatible con la keto y mucha gente pierde peso con él.

¿Eres disfrutón(a) por naturaleza? 

Entonces pídelo

Quizá crees que exageramos, pero este tupper podría cambiar tu forma de ver los canelones por varios motivos:


1. No llevan bechamel. No la necesitan. Cuando pruebes un trozo de canelón de carrillera deshilachada mezclado con el puntito dulce de la salsa (a base de cebolla caramelizada y Pedro Ximénez) en lo último que vas a pensar es en la bechamel.

2. La presentación será perfecta aunque los calientes en el tupper. Como no llevan bechamel, cuando los saques del microondas no se quedará el “ladrillo de bechamel” encima. Los canelones quedarán sueltos, y los podrás servir con una pala sin riesgo de que se desmonten. Luego les echas la salsita por encima y listo.

3. No les hace falta queso rallado, pero si tienes que echarles sí o sí, entonces te recomendamos queso Idiazábal.


Estos son nuestros canelones más especiales hasta la fecha. Tienen una muy buena presentación, y están bañados en una salsa que le da un contraste muy chulo a la carne.

Un bocado de auténtico lujo para ocasiones especiales

Manuel (nuestro director) le regaló este tupper a un amigo sin decirle lo que llevaba dentro, y le dijo que grabara un audio con su mujer mientras se lo comían.

Esta es la transcripción real:

– Menuda capa de queso lleva esto…
– La carne está como súper picadita, ¿no?
– …
– ...
– ¿Lleva chorizo?
– Lleva chorizo.
– …
– BUAH.
– Buah qué bueno, además se ve el aceitito naranja del chorizo y la boloñesa. Sabe un montón a chorizo esta boloñesa… no es una boloñesa normal ¿no?
– No no, es una parecida a la que hizo Dabid Muñoz en pandemia. Manuel se puso a cocinarla y le gustó tanto que está haciendo pruebas para ponerla a la venta.
– Pues sí, está buenísima. Los ñoquis están en su punto también ¿eh?, nada secos. Está brutal.
– Buah.
– Mmm…
– Ahora que… eres un campeón si te arreas el tupper entero ¿eh? Jajaja
– Me lo estoy comiendo con ansia y todo.
– Espectacular.
– La carbonara, digo… la boloñesa jajaja, sabe súper casera, que no merece la pena lo que tardas en hacerte una boloñesa…
– De verdad, me parece un platazo. Así italiano, es de lo mejor que tiene él seguro.
– Además, sabe distinto al llevar los ñoquis de patata.
– Currarte la salsa esta… tela.
– La salsa está buenísima, y con el quesito fundido… Pero viene un montón de carne y un montón de ñoquis.
– Y el picantito del chorizo ¿eh? parece pepperoni
– Sí, está un poquito picante, es un plato bien calórico, ¿eh? Jajaja
– Contundente.
– Lo que me gusta de estos ñoquis es que como están con la salsa boloñesa, van absorbiendo el aceitito y están como más…
– …jugosos. Están melosos. Yo los comparo con los frescos estos que compras y hierves, y los otros se quedan mucho más secos por dentro.
– Sí, sí.
– Este es de los platos que hay que probar de Manuel...

Luego ya se olvidaron del audio y sólo se oían cubiertos…

Si el pollo con patatas de toda la vida ya es un plato ganador, ¿te lo imaginas todo cubierto de rica salsa carbonara?

Menuda combinación…

Y es que este tupper es todo ternura:

La ternura del pollo a taquitos con champiñones laminados bañados en salsa carbonara ...y la ternura de las patatas gajo, que quizá te sorprendan por su textura, ¡se conservan como recién hechas!

Nuestro consejo:

Si te importa más el sabor que la presentación, haz lo contrario que la foto y mezcla las patatas con el pollo y la carbonara, tienes salsa de sobra…

(Queda menos pijo que en la foto, lo reconocemos… jajaja pero cuando lo pruebes nos darás la razón)

Si tu madre, abuela, suegra… te guardara un tupper del estofado que hizo el día que no estabas (porque te quiere y quiere que comas bien) podría parecerse a este, pero… 

No te enfades, pero con la nueva receta les hemos adelantado por la derecha:

Ahora solo usamos ternera de aguja (más tierna) y además la cocinamos de una forma curiosa:  

1. Cargamos la bandeja en el horno con la ternera, sus líquidos y su verdurita y la dejamos cocinar a baja temperatura toda la noche

2. Al día siguiente, cuando faltan 130 minutos, se le echa la patata ecológica.

3. Se queda todo que se deshace en la boca.  

Tuppers así dan sentido a lo que hacemos en NoCocinoMas: súper casero, de cuchara, y que te arreglan el cuerpo el día que te apetece “lo de toda la vida

Pongamos que es viernes noche y os apetece un plan tranquilo de sofá y película en casa:

¿Qué vais a cenar… pechuga y ensalada?

No, hombre, no. Se puede hacer más divertido por el mismo precio:

En este tupper tienes casi 400 gr. de carne picada de ternera, pimiento, queso sin lactosa, tomate, cebollita… con un picor medio y natural que podréis disfrutar (si no tenéis tolerancia 0 al picante).

Como lo mandamos con 6 mini-tortillas de trigo aparte, si sois dos, tendréis 3 tacos cada uno.

¿Un complemento fácil y muy bueno para esta cena?

Cubre de papel de aluminio una bandeja del horno, vacía una bolsa de nachos, pon queso rallado por encima y mételos 10 minutos para que se tuesten…

Hazte con un bote de guacamole...

Y tendrás plan de sofá, película, y cena mejicana… en 10 minutos.

Tienes delante una hamburguesa casera de un dedo de gruesa, con trocitos de cebolla, ajo y perejil en su masa que potencian el sabor natural de la carne.

Encima lleva una capa de suave crema de parmesano fundido.

Y encima, cebolla caramelizada.

Ahora partes un trocito con el tenedor y pinchas una patata gajo (patatas deluxe, pero con más sabor por ser ecológicas…)

Lo has pinchado todo, lo mojas en nuestra salsa barbacoa, y te lo metes a la boca:

Carne, queso, cebolla caramelizada y patata… con salsa barbacoa.

Un lujo.

Si encontraras esta combinación en algún sitio: con una hamburguesa de primera calidad preparada desde cero en el mismo restaurante y sin conservantes… ¿Cuánto podría costar?

Ahora mira el precio de este tupper.

Por eso no paramos de enviarla: porque por una hamburguesa gourmet así podrían pedirte más del doble… y aún así no tendrías la sensación de pagar de más.

La relación sabor/precio de este tupper es muy difícil de superar, y por eso casi siempre lo verás en el top 3 de los más vendidos.

Y si a ti te gustan los platos con personalidad, te contamos:

Cuando abras este tupper verás una pechuga de pollo fileteada en varios trozos tan tiernos que tan sólo apretando con el tenedor se hacen hilos.

Debajo de ellos (para que puedas echarla por encima) hemos puesto una salsa inconfundible: la carne de pimiento choricero y la pimienta le dan un picorcito especial, y si no les tienes miedo te encantará.

El acompañamiento de puré de patata es muy suave (para no quitarle protagonismo a la salsa) y su textura cremosa contrasta muy bien con el pollo.

Aunque casi nadie conoce este plato de ningún otro sitio, es uno de los más vendidos de nuestra cocina... ¿su secreto?

Cuando abras el tupper verás tres rodajas de pavo bañadas en una salsa muy curiosa: le hemos añadido un toque de queso Philadelphia al curry que le da una cremosidad y un sabor que es una auténtica pasada.

Todo parece “nuevo” en este plato:

La textura del pavo te gustará si te apetece algo fuera de las carnes habituales como pollo, ternera, etc, y la guarnición de coliflor es perfecta para no quitarle sabor a la salsa y que la puedas disfrutar al máximo.

Si este desconocido es un superventas… el secreto está en la salsa.

Si combinas las albóndigas con el pisto, verás que el pollo es la carne perfecta para esta guarnición porque su sabor suave no le quita protagonismo a la verdura.

Este tupper es equilibradísimo, nada pesado y muy saciante.

Las albóndigas son tiernas pero consistentes, y cuando las partas verás los trocitos diminutos de zanahoria, cebolla y ajo que hemos puesto en su masa.

Les hemos puesto mucho pisto:

Nos gusta así porque nos aseguramos de que tienes suficientes trozos de berenjena, pimiento y cebolla como para acompañar todas las albóndigas, sin que eches en falta nada más: este tupper no falla.

¿Has visto lo fotogénico que es este tupper?

Pues en realidad no es así…

Pero si tú no tienes pensado pedirlo para hacerle fotos, entonces te vas a alegrar de que no se parezca al de la foto y te contamos por qué.

La mitad del tupper es tierno solomillo y la mitad patatas rústicas (tipo gajo o deluxe), hasta ahí es igual que la foto.

Pero la diferencia es que los trozos de solomillo y de patatas están bañados hasta arriba en salsa de pimienta… así que sólo sabrás qué es solomillo y qué es patata por la forma.

La salsa está muy rica de sabor y es muy suave. Tiene el gustillo de la pimienta, pero no es basta: es más bien líquida, tiene una textura parecida a la nata.

¿Un pequeño placer?

Arrancar un pedazo de pan, pellizcar un trozo de solomillo, rebañarlo en salsa y…

Para no equivocarte al pedir:

Olvídate del pollo agridulce del chino, porque se parece a este lo mismo que un huevo a una castaña.

Este pollo agridulce es otra receta diferente.

¿Te gustará más? ¿menos?

No buscamos un conflicto armado con China, pero nuestra propuesta es un pollo agridulce “a la española”: pimiento, cebolla, sésamo… con una salsa más natural y casera.

Esta salsa baña los trocitos de pollo y el arroz basmati del fondo del tupper, y luego tú decides si la mezclas con el resto o no.

Si comes fuera y no te apetecen lentejas (ni pollo y arroz básicos) aquí tienes algo distinto.

PD: Igual te encuentras aleatoriamente algún diente de ajo “a la española”, así que ojo si te pilla en la oficina o buscando pareja… Jajaja

Este es un tupper peligroso.

Es peligroso porque si lo miras y piensas “no me la juego con esto, mejor pido otra cosa” te perderás lo que le pasó a David:



“El mejor que he probado. En mi segundo pedido me pedí este… y el mejor de todos hasta el momento. Para chupar el plato, vamos.”


Cuesta imaginarse la calidad de este tupper, por eso muchos lo pasan de largo.

¿Pero hasta “chupar el plato”?


Eso lo conseguimos con un mojo verde que no pica, pero sí engancha. Este mojo tiene textura de pesto, y su aceite se macera poco a poco en el tupper con los 4 filetes de presa (con esa grasita que los deja jugosos) y también con las patatas baby tiernas.

Al final, todo el tupper sabe a mojo verde… y eso para muchos, son buenas noticias.

Si te cruzas con este tupper podrías pensar:

 

¿Qué pinta un “almuerzo de grupo de bicicleta de cincuentones con complejo de canarios” en una cocina casera?


¿Cómo mandan algo tan pesado?

¿Todo con mojo picón… me dará un ataque en el segundo chorizo?

¿No se quedará un poco seca la carne cuando la caliente?

¿Viene tan bonito como en la foto?


Luego recibes el tupper, lo calientas, lo pruebas… y te das cuenta de que has fallado en absolutamente todo.

Hasta en la foto.

Como nos dijo Enrique: “alguien lo agitó cual maracas de Machín y se presenta todo revuelto”. Esto lo hacemos así porque queremos que todo el mojo picón (mucho más suave de lo que te lo esperas) recubra toda la carne y la vuelva más melosa.

Enrique sigue: “...aún con esa inadecuada falta de presentación, está de miedo. Prepárate para un auténtico festín de sabor”

Está de miedo gracias a su mala presentación.

El solomillo mezclado con la salsita está muy bueno, pero lo que más va a sorprenderte es cómo quedan de jugosos los trozos de chorizo y chorizo criollo (tipo salchicha o longaniza) que no repiten en absoluto.

Lleva patatas rústicas (tipo gajo o deluxe) suficientes para que puedas acompañar toda la carne, y no necesitas ser de buen comer para disfrutarlo hasta el final.

¿Sois dos?

Tosta pan con aceite, pon la carne con el mojo picón encima, las patatas al lado… y tendrás un almuerzo de lujo y diferente.

En definitiva: un plato no habitual y de los que más sorprende.

Un unicornio de paseo en la península.

Cuando sirvas este tupper en el plato lo que podría sorprenderte es cómo pueden caber cinco salchichas en algo tan pequeño…

Estas salchichas están hechas justo al punto en el que sacan todo el sabor y quedan tiernas.

Vale, sabemos que nos pasamos con la carne en este tupper (y nos encanta) pero lo equilibramos con una de las guarniciones más equilibradas de nuestra cocina:

Brócoli, cebolla y champiñones… cortados a trozos grandes que si combinas con la salchicha te dan tres bocados diferentes , todos con ese toque de vino blanco que le da un punto especial.

En resumen:

Las salchichas para cenar de toda la vida (con una guarnición más sana que las patatas fritas de tu madre) y que si sois dos y os lo montáis bien… preparáis una ensalada y tenéis de sobra con un tupper.

Este tupper es el sueño de los amantes de la carne, y lo verás con tus propios ojos si lo sirves en un plato:

Hay mucha carne.

Casi el 40% de este tupper son tiernas tiras de cerdo con un sabor muy rico. El pimiento verde y la cebolla vienen cortados en tiras largas, y tienen un sabor tan suave que hace que pasen cosas así de curiosas:

“No soy amante de los pimientos y en este plato me han encantado! Me recuerdan a los trucos que usaba mi madre para que comiera pimientos. Riquísimo!” –Yessy.

Este plato es de sutilezas, es de coger un trocito de cerdo y acompañarlo con uno de ajo, o con almendras picadas, cebolla, pimientos… o con un trocito de pan mojado en la salsita que deja.

Y si estás con la dieta Keto , prepara una rebanada de pan cetogénico.

¿Sabes cuando pides algo y luego no es tan bonito como la foto?

Pues con este tupper pasa justo lo contrario: lleva bastante más salsa de la que ves aquí. Esta deliciosa carbonara no es líquida –tiene cuerpo– para que te puedas comer con tenedor los taquitos de pollo tierno que irás encontrando sumergidos en ella sin perder la salsa.

Cuando el pollo se junta con los champiñones cortaditos en juliana y todo se envuelve de carbonara, este plato es un lujo: perfecto para comerse con el tenedor en una mano y el pan en la otra.

Además, es compatible con la dieta Keto, así que si coges una rebanada de nuestro pan Keto para acompañar... se te olvida la dieta.

Si te gusta el pesto y el queso, ni lo dudes.

Aquí, el parmesano y la nata añaden su sabor al del pesto para darle unos matices deliciosos a la salsa y también un cuerpo y una textura que dan ganas de comérsela a cucharadas.

El pollo es muy abundante , tierno, y viene cortadito en trozos para que puedas comer sin usar cuchillo. Combinado con las espinacas bañadas y la salsa, queda un bocado exquisito de verdad.

La sorpresa de este plato son las aceitunas negras que te encontrarás a veces y que, mezcladas con la salsa, también le dan un punto muy interesante

En resumen: con este tupper te darás un buen homenaje, ¡y es Keto!

“¿Dónde has estado todo este tiempo?”

Si no has pedido nunca este tupper (porque no te puedes imaginar a qué sabe la salsa al whisky) puede que esta sea tu sensación cuando lo pruebes.

Ainhoa nos dijo:

“Con esa salsa yo comería cartón y me parecería una delicia. De verdad, riquísima. Como para pedir un tupper solo de la salsa y acabar con las existencias de pan.”

Y es que esta salsa tiene ese carácter elegante y sofisticado que dan los alcoholes evaporados como el brandy, whisky, vino blanco…

Sabe a celebración familiar, te da esa sensación de “fecha señalada”.

Aunque la salsa al whisky tiene mucha personalidad, es tan suave que nadie te dirá que le empacha o que no le pasa. Es más, permite saborear mejor los filetes de lomo (textura de lomo de orza) y la patata (tierna, pero no arenosa).

Y lleva tanta salsa que no sabrás qué es patata y qué es carne.

Resumiendo: este tupper es como ese grupo de música buenísimo pero que, por cuestiones de marketing, no se hace tan conocido. Sin duda, una de las grandes especialidades de nuestra cocina.

Aunque le falte un minuto para salir del microondas, su aroma inconfundible ya te sentará a la mesa de un restaurante hindú.

Sus trocitos de pollo están bañados en deliciosa Tikka Masala, y puedes mezclarlos con un arroz basmati que está tierno y suelto, como recién hervido. Y sin ningún miedo a que se acabe, porque le hemos añadido todavía más salsa.

Este es uno de nuestros tuppers más aclamados, así que si ya has probado este plato o eres fan de cómo le queda al pollo esta combinación de especias, nuestra receta te encantará.

Y si aún no lo has probado, de corazón te decimos que quizá te estés perdiendo una de tus futuras comidas favoritas.

Este tupper sobrevivió de milagro.

Antes se llamaba “Albóndigas en Salsa” y estuvimos a punto de sacarlo del menú porque no le pillábamos el truco. Pedimos opiniones, cambiamos la receta varias veces… pero no conectaba con los clientes.

Un día le comenté esto a mi madre y me dijo:

“¿Por qué no las haces como yo?”

Me acordé de que de pequeño me encantaban sus albóndigas, pero hacía tiempo que no las hacía cuando íbamos de visita los fines de semana.

Cuando me explicó su receta y la aplicamos, la subida de demanda de este tupper fue increíble. Por eso, en honor a mi madre, hoy se llaman:

“Albóndigas en Salsa… de la Abuela”

Las hacemos a mano, como ella, y el sabor de la salsa de verduras que la acompaña es suave y muy especial, como la suya.

(¿Qué voy a decirte yo… si son las de mi madre?)

Un cliente nos contó una vez una anécdota sobre este tupper:

En vísperas de Navidad, invitó a sus amigos a casa.

Él sabía cocinar lo básico, pero no tenía ninguna “receta especial” y nos pidió varios tuppers de carrilleras.

10 minutos antes de que llegaran sus invitados, puso la carne en una olla, la crema de patatas en una fuente, escondió los tuppers, y cuando tocaron a la puerta, con toda su cara, les dijo:

“Chicos, a la mesa que esto está casi listo”

Y según me dijo, nadie sospechó.

Estas carrilleras son la carne más tierna que tenemos porque sus pequeñas vetas de grasa hacen que se te deshaga en la boca, y por eso casi siempre son el tupper más vendido en una selección de más de 100.

Y por supuesto que nada es para todos, pero lo que es seguro es que este tupper convierte un lunes cualquiera en una ocasión especial.

Este tupper es perfecto para esos días en que lo único que te apetece es comer algo casero… y sentir que te lo han preparado con cariño.

Dos mentiras y una verdad:

– Nuestras albóndigas son grandes y consistentes, y sus trocitos de zanahoria, cebolla, ajo… hacen más rico al pollo.

Esa es la verdad, ahora las dos mentiras:

– Hemos escrito “en salsa”, pero lo que acompaña a estas albóndigas es más una crema de verduras que se podría comer sola perfectamente.

– La salsa de zanahoria y cebolla es 100% casera, pero lleva un chorrito de vino blanco y brandy para darle el toque elegante que no tienen la mayoría de las salsas caseras.

(El alcohol se evapora y son aptas para niños)

Con este tupper no necesitas pan ni nada más: parte la albóndiga con la cuchara, arrastra salsita… y ya lo tienes.

Este tupper cambia con tu edad:


– Si eres peque y tus papis te dicen que esto es lo que comen la dama y el vagabundo, te emocionas y te lo comes sin rechistar (guiño-guiño).

Salvo por el orégano, casi todo lo que lleva suele gustar: pasta, tomate, cebolla frita, pollo…


– Si ya tienes responsabilidades, te fijarás en cosas como que las albóndigas están tiernas, que el tomate sabe a tomate (porque es ecológico), o que el toque de cebolla y orégano le da más sabor a Sicilia.


Podemos discutir si este tupper te parece simple o muy original. Lo que no nos puedes negar es que con un poco de parmesano en polvo, te alegra el día.

Esto es lo que hemos cambiado:

Por petición de nuestros clientes, la nueva receta de este Pollo con Verduras lleva un 50% de carne y un 50% de verduras. Ahora hay pollo para casi dos raciones.

Esto es lo que no hemos cambiado:

– El pollo es tan tierno que no necesita cuchillo, y viene bañado en una salsa líquida para hacerlo aún más jugoso.

– La verdura sigue siendo ligera, y el pimiento le da un toque más interesante que la simple menestra.

Este tupper parece 100% casero de verdad, y es una gran opción para el día que el cuerpo te pida sabores suaves (sin salsas pesadas). Eso, o para cuando hayas hecho una comida copiosa y te apetezca una cena que te siente bien.

Acompaña este plato con unas patatas panaderas o un poco de arroz hervido, tendrás un plato muy completo

Dos noticias para este tupper, una buena y otra depende de ti:

1. La buena es que, como verás en comentarios, todos dicen lo mismo: el pollo está muy tierno, y el tomate y las verduras saben a tomate y a verdura porque son ecológicos y los cocinamos respetando su sabor natural.

Cuando abras el tupper verás el pollo con el tomate pegado a él, no te dejará probarlo solo, van juntos.

2. La otra noticia es que hemos evolucionado nuestra receta añadiendo taquitos de jamón (que le dan un contraste muy especial) y también otros matices de sabor para dar más personalidad.

Recomendación:

Como con una guarnición comen dos personas, te recomendamos acompañarlo de Patatas Gajo. Y si hacéis la Keto, entonces nuestro Brócoli con ajitos y setas.

Cuando saques este tupper del microondas y te llegue el olorcillo sutil de su salsa de mostaza y miel caliente, sabrás que no te has equivocado.

Al abrirlo y ver unos trozos de pollo tan generosos, quizá te sorprenda cómo estos filetes –de casi un centímetro de grosor– estén tan tiernos que los puedas cortar muy fácilmente con el tenedor.

La pechuga entera está bañada en una salsa de miel y mostaza bastante equilibrada: el dulce de la miel suaviza mucho la mostaza para conseguir una salsa elegante y nada fuerte, donde querrás sumergir cada trozo de pollo antes de llevártelo a la boca.

No te preocupes, le hemos puesto de sobra.

“Si tienes mono de curry de vez en cuando, igual ahora mismo estás salivando…”


Jajaja… Poemas aparte, ya en serio:

¿Te puedes equivocar con el pollo al curry?


Si ya te gusta esta receta, te contamos 3 cosas importantes de la nuestra:

1. La salsa es fiel a la auténtica receta de la salsa al curry y solo tiene un mini-puntito de picante, lo justo para que poder llamarse “curry”.

2. Quien ha probado esta receta precocinada (o en caterings) y luego prueba la nuestra, nos dice que está más sabrosa. No hay misterio, simplemente no lleva conservantes que apagan el sabor. Es como si la hicieras tú en casa.

3. Hemos separado la salsa y el pollo del arroz basmati para que el grano esté más suelto. Aunque en la foto parece mitad y mitad, hay casi 3 partes de pollo por cada una de arroz, y salsa de sobra para cubrirlo todo.


En resumen:

Que un día malo en el trabajo es menos malo si sabes que toca pollo al curry para comer.

Mano de santo para firmar la paz con tu estómago un lunes tras el fin de semana.

Nada más abrirlo verás que huele a natural y a casero. Las verduritas de la menestra está muy tierna, y el caldito le da brillo a trocitos de ternera que se deshacen en la boca gracias a nuestra nueva receta.

¿Qué hemos hecho?

Ahora solo utilizamos ternera de aguja (la más tierna) y además la cocinamos a baja temperatura durante toda la noche para que tú la encuentres siempre extra-tierna.

PD: Si buscas salsas elaboradas no lo pidas, pero si te apetece algo sano, ligero y saciante, no hay mejor opción

El venado se engloba dentro de las carnes de caza. Tiene un sabor similar a la del buey, aunque es mucho más ligera y las fibras son más cortas y tiernas.

Lo primero que debes saber antes de pedir este tupper te lo cuenta Carlos:

“Sabroso. Muy buena la salsa y sorprendente la cantidad de carne que tiene el plato y lo tierna que está. Un 10.”

Casi la mitad del tupper es ternera de mucha calidad. Lo sentimos porque, si tienes un mal día, no podrás pagarlo con nosotros diciendo eso de “le ponen 4 trocitos de ternera y el resto es pasta”... Jajaja


Lo segundo y más importante:

Verás que la pasta “brilla”, y es porque la salsa de ostras le da una textura super melosa al wok. Esta salsa es líquida (deja la pasta suelta) y como su sabor es sutil y la verdura es muy sabrosa, tendrás la sensación de darle a tu cuerpo algo sano.

Dando prioridad al buen producto… queda un wok que “se come solo”.

Si solo te imaginas la carne con sabor salado, este tupper no es para ti.

Este solomillo es para gente con la mente abierta y ganas de probar algo nuevo, pues la reducción de Pedro Ximénez le da un punto dulce fuera de lo común.

La carne llega tan tierna que se parte al tenedor, y la nueva receta incluye salsa de sobra para que la puedas sumergir a tu gusto.

Aunque tiene un sabor que engancha y mucha gente nos lo pide cada semana, es un tupper ideal para cuando tienes una ocasión especial en casa y quieres ofrecer algo distinto y elegante… pero no le tienes cogido el punto a una receta tan poco habitual.

Truco: si pones a hervir dos patatas, con un tupper cenan dos personas de
sobra.

Este tupper va al revés del mundo:

Lo normal es que siempre prestemos atención al actor principal (la pechuga de pavo) y que la guarnición se quede siempre en segundo plano…

Pero ya basta.

Es verdad que el pavo al horno queda muy rico y que el pimentón le da un toque muy divertido… pero aquí la guarnición es la protagonista y la que se lleva todos los elogios:

“Me gusto muchísimo la mezcla. Una delicia!” –Cristina M.

Esta combinación de setas, ajitos tiernos y gambas envueltas en nata (con un toque de vino y pimienta) cubre al pavo y puede que sea nuestro acompañamiento más gourmet.

Una cena perfecta para los que quieran salir de la monotonía o celebrar algo importante.

Este tupper no necesita mucha presentación porque ya tiene un club de fans montado en comentarios, pero te contamos lo más importante:

1. El solomillo y su ternura:

“Carne muy suave y jugosa. No esperaba que con un plato listo pudieras
tener esta calidad.” –Sharon M.

2. La salsa de Roquefort y champiñones:

“Cremosa y rica. Por decir algo yo le pondría un poco más de roquefort.” –Maite M.

3. La cantidad:

“Es un plato contundente , si eres de comer poco tendrás para dos veces. Pero si eres tripero como yo, te quedas muy bien.” –Luis A.

Uno de nuestros tuppers más gourmet, que ya es un fijo en los pedidos de muchos clientes.

[Aviso: si no te gustan las pasas, no te preocupes porque pierden el sabor. Muchos clientes las odian y les encanta el tupper.]

Puede que esta carne lleve el acompañamiento más elegante que preparamos en cocina y, si te curras la presentación, tendrás un plato de mucho nivel.

La manzana sorprende porque el puntito dulce que le da al solomillo de cerdo está espectacular. Tiene una textura estilo patata, pero mucho más suave y con mejor digestión, perfecta para una cena.

¿Y por qué para una cena especial?

Porque si pruebas la salsa, te darás cuenta de que este tupper no es para un lunes o un martes. No lo decimos porque sea complicada, sino por la combinación de sabores: se nota que es de ocasión especial.

Consejo para aprovecharlo al máximo: aunque hay salsa de sobra para combinar, programa la entrega de tuppers cerca del día en que te lo comas para que la carne esté lo más jugosa posible te sorprenderá, combina con el solomillo a las mil maravillas. Lo acompaña una deliciosa guarnición de manzanas y pasas.

Este es uno de esos tuppers que ves y dices: “no será para tanto” pero luego lo pruebas y...

Nuestra salsa riojana es espesa y tiene un sabor a verdura suave y uniforme: no sabrás bien qué lleva, pero tiene un puntito dulce que le da mucha clase.

Los pimientos rellenos caseros se mantienen enteros en todo momento, y ojo porque en la foto engañan.

Son macizos.

Llevan dentro mucha más carne picada de lo que parece: ternera, cerdo, ajo, perejil… todo bien mezcladito para darte un montón de matices de sabor diferentes.

Combínala con el pimiento italiano y la salsa riojana, y no echarás en falta el pan.

Además, es compatible con la dieta Keto.

Pica un poco.

No mucho, solo un poco.

Casi todos los paladares españoles podrán resistirlo gracias a la capa de puré de patatas suave y cremosa que lleva encima, y que le da un equilibrio chulo al picado de carne, pimiento, cebolla, alubias y queso sin lactosa…

Este pastel tiene tres clubs de fans:

1. Los que piensan “al final la vida son dos días…” y se lo acaban sin ayuda porque tienen buen estómago.

2. Los que no comen tanto (o no duermen siesta) pero el sabor especiado del chili con carne les resulta adictivo.

(Si es tu caso y este pastel te resulta demasiado contundente por cantidad o sabor, con un vasito de arroz lo puedes hacer más ligero y para dos personas.)

3. Los que buscan una cena más divertida para salir de la monotonía.

Lomo cocinado a baja temperatura durante más de 12 horas acompañado por nuestra salsa barbacoa especial y patatas gajo.

Puedes acompañar otros tuppers con este arroz basmati

Puedes acompañar otros tuppers con estas estupendas patatas gajo. Ponles un poco de mayonesa, ketchup o cualquier salsa picante y quedarán aun mejores

Si estás leyendo esto es porque quizá no hayas probado uno de los platos más famosos de la cocina peruana todavía.

Si es así, te contamos lo que lleva dentro esta adictiva (pero nada fotogénica) masa amarilla de la foto, por si eres de comer con los ojos y te acabas perdiendo un tupper espectacular:


Si lo pides, en ese masa amarilla encontrarás tierno pollo deshilachado recubierto de una salsa de ajo, cebolla y ajíes amarillos fritos (una variedad de pimiento con un puntito picante, pero no demasiado). El pan remojado en leche le da una textura muy cremosa, y un toque de parmesano rallado hace que aquello termine de ser “bocato di cardenale”.

Una delicia peruana.

Todo eso, bien mezclado con la guarnición de arroz basmati es una fiesta, un pedido obligado si buscas romper un poco con la monotonía de los sabores de siempre.

Cuando lo pruebes, verás que los pedacitos de pavo y de patata se te deshacen en la boca y están bañados en una salsa con un aroma muy propio:

Y es que le hemos añadido un poco de vino y de brandy para suavizar el sabor y darle un toque más elegante a una salsa de verduritas bien pasadas por la batidora para que se mezcle bien…

(Mamás y papás: todo el alcohol se evapora en el proceso, así que no tenéis que preocuparos por los peques, este tupper es apto para ellos.)

Si la mezcla de pollo, setas y bechamel te suena bien y quieres probarla con un toque totalmente nuevo.. este tupper te sorprenderá ... y es apto para la Keto.

Lo especial de este plato es el matiz fino que la manzanilla le da a su salsa de suave bechamel y soja.

Bañados en esta salsa, encontrarás trocitos tiernos de pollo y setas que podrás comer sólo pinchando, sin cuchillo.

Para no aburrirte y que cada bocado sea distinto, hemos puesto 4 tipos de setas cortadas de formas diferentes: champiñón laminado, shiitake y pholiota enteras, pleurotus a trozos...

Coge una rebanada de pan Keto para acompañar... y resuelto."

Si cualquiera puede hacerse una hamburguesa “vuelta y vuelta” en la sartén… ¿por qué nos piden tanto la nuestra?

Sospechamos que por tres razones:

1. Es 100% casera, elaborada en cocina y sin conservantes. Así, su sabor real a ternera y cerdo no se pierde , y los toques de ajo y perejil en la masa le dan un punto exquisito.

Gruesa, consistente… una “señora hamburguesa” que no se puede comparar con la mayoría de las que se comercializan.

2. La gran personalidad de la salsa de parmesano que recubre la carne: juntas son un espectáculo.

3. Una guarnición de cebolla y suave calabacín ecológico, presentada en elegantes palitos.

Si haces la Keto , piensa que puedes comerte esta delicia y seguir perdiendo peso… Parece una locura, pero así es.

El pollo Tikka Masala es tan famoso que no necesita presentación, pero nuestra versión keto sí que necesita que te aclaremos alguna cosa:

Si ya te gusta el Tikka Masala, solo decirte que la salsa la hacemos casera en cocina sin conservantes y que sólo pica una centésima de segundo al principio. Un chispazo. Luego, el picante desaparece y no se acumula.

Sobre el acompañamiento:

La coliflor está rallada muy finita y no tiene sabor porque absorbe el de la salsa. La hemos añadido para que la mezcla tenga un bocado más tierno.

Si haces la keto, tener disponible este Tikka Masala es un lujo.

Y si no la haces pero quieres incluir verdura en tu día a día sin sufrirla, ya puedes probar la versión “sanota” del Tikka Masala.