¿Te parece mucha carne la de la foto?

Esperamos que no, porque lo primero que debes saber es que, en lugar de “Espaguetis a la Boloñesa”, este tupper debería llamarse “Boloñesa a los Espaguetis”

Y cuando lo abras verás que no exageramos: la pasta está, literalmente, enterrada en un dedo y medio de deliciosa boloñesa.

Esta boloñesa está muy trabajada, y tiene matices de sabor más allá de la carne: zanahoria, apio, bacon, vino, ajo… Tiene algo especial.

Imagina esto:

Tienes un amigo un poco chulo que te dice: “Te invito a cenar a mi casa y pruebas mi boloñesa, que me sale de lujo”

Y tú piensas: “Ya ves tú, si es un plato muy simple…”

Pero luego resulta que están exquisitos y le preguntas: “¿Cuál es el truco?”

Pues el truco está dentro de este tupper, que es uno de esos que muchos podríamos comer día sí día no, sin queja ninguna...

Si el pollo con patatas de toda la vida ya es un plato ganador, ¿te lo imaginas todo cubierto de rica salsa carbonara?

Menuda combinación…

Y es que este tupper es todo ternura:

La ternura del pollo a taquitos con champiñones laminados bañados en salsa carbonara ...y la ternura de las patatas gajo, que quizá te sorprendan por su textura, ¡se conservan como recién hechas!

Nuestro consejo:

Si te importa más el sabor que la presentación, haz lo contrario que la foto y mezcla las patatas con el pollo y la carbonara, tienes salsa de sobra…

(Queda menos pijo que en la foto, lo reconocemos… jajaja pero cuando lo pruebes nos darás la razón)

Importante: si piensas que unos calamares conservados en un tupper estarán duros o parecerán chicle… aquí te equivocas:

Los preparamos mucho más tiernos que lo habitual para que no te haga falta ni cuchillo.

Tampoco te preocupes por la cantidad, porque ¡aquí dentro hay un calamar entero y ya troceado!

La salsa de tinta que lo recubre tiene el toque suave que le da el vino blanco y el brandy evaporados (apto para niños) …y baña por completo a un arroz de grano pequeño, que le da cuerpo.

Te recomendamos comerlo con cuchara: así podrás arrastrar salsa, arroz y calamar y saborearlo todo al mismo tiempo.

Un plato perfecto si quieres salir de lo de siempre.

La relación sabor/precio de este tupper es muy difícil de superar, y por eso casi siempre lo verás en el top 3 de los más vendidos.

Y si a ti te gustan los platos con personalidad, te contamos:

Cuando abras este tupper verás una pechuga de pollo fileteada en varios trozos tan tiernos que tan sólo apretando con el tenedor se hacen hilos.

Debajo de ellos (para que puedas echarla por encima) hemos puesto una salsa inconfundible: la carne de pimiento choricero y la pimienta le dan un picorcito especial, y si no les tienes miedo te encantará.

El acompañamiento de puré de patata es muy suave (para no quitarle protagonismo a la salsa) y su textura cremosa contrasta muy bien con el pollo.

Si te cruzas con este tupper podrías pensar:

 

¿Qué pinta un “almuerzo de grupo de bicicleta de cincuentones con complejo de canarios” en una cocina casera?


¿Cómo mandan algo tan pesado?

¿Todo con mojo picón… me dará un ataque en el segundo chorizo?

¿No se quedará un poco seca la carne cuando la caliente?

¿Viene tan bonito como en la foto?


Luego recibes el tupper, lo calientas, lo pruebas… y te das cuenta de que has fallado en absolutamente todo.

Hasta en la foto.

Como nos dijo Enrique: “alguien lo agitó cual maracas de Machín y se presenta todo revuelto”. Esto lo hacemos así porque queremos que todo el mojo picón (mucho más suave de lo que te lo esperas) recubra toda la carne y la vuelva más melosa.

Enrique sigue: “...aún con esa inadecuada falta de presentación, está de miedo. Prepárate para un auténtico festín de sabor”

Está de miedo gracias a su mala presentación.

El solomillo mezclado con la salsita está muy bueno, pero lo que más va a sorprenderte es cómo quedan de jugosos los trozos de chorizo y chorizo criollo (tipo salchicha o longaniza) que no repiten en absoluto.

Lleva patatas rústicas (tipo gajo o deluxe) suficientes para que puedas acompañar toda la carne, y no necesitas ser de buen comer para disfrutarlo hasta el final.

¿Sois dos?

Tosta pan con aceite, pon la carne con el mojo picón encima, las patatas al lado… y tendrás un almuerzo de lujo y diferente.

En definitiva: un plato no habitual y de los que más sorprende.

Un unicornio de paseo en la península.

Por estas lentejas algunos han tenido conflicto familiar, pero antes de contártelo te diremos que si te gustan las lentejas espesitas y con un sabor tan intenso que sientas que te alimentan, éstas te van a encantar.

Para acompañarlas, les hemos puesto trozos de patata ecológica que hasta que las pruebes no te creerás que se deshacen en la boca sin estar recién cocinadas. También llevan zanahoria y chorizo –por si quieres que cada cucharada sea diferente– y algunos trocitos de cebolla para darles un toque especial.

Quizá esto puso en un aprieto a José Rubén, que nos contó:

“En casa, nunca me gustaron las lentejas. Las pedí porque venían en el "pack equilibrado" y les dí una oportunidad. A ver cómo le explico a mi madre que me encantan estas lentejas y en casa no había manera... De 10!!”

Si prefieres quedarte solo con la parte más sana de un plato de lentejas y olvidarte de grasas como el chorizo, este tupper es una gran opción.

Estas lentejas son muy ligeras.

Cuando las sirvas en el plato, verás que están muy enteras, su caldo es espesito, y huelen y saben como si alguien te las hubiera guardado porque el día anterior hizo lentejas.

¿Qué verduras le hemos puesto?

Dos trocitos de patata, dos cortes de puerro, cubos de zanahoria, cebollita cortada muy pequeña… para que cada cucharada tenga un sabor diferente.

En resumen: un tupper vegano que te “arregla el cuerpo” en uno de esos días en los que no quieres florituras, solo algo casero y de cuchara.

Estas judías están enteras, crujientes y nada saladas aunque lleven jamón curado, pero ese no es su secreto.

El secreto es otro.

Si tú compras un manojo, lo cortas y luego lo cueces, podrías conseguir la misma textura crujiente.

Pero aunque añadas el resto de ingredientes, conseguir el sabor que tienen estas judías verdes te sería muy difícil por una sencilla razón: al venir en tupper, las judías tienen tiempo de macerarse con el resto de sabores de cebolla, ajo, aceite… y por eso sacan mucho más sabor que recién hechas.

Son la perfecta cena ligera, y también una guarnición sabrosa, para dos o tres personas, si pones unas pechugas de pollo a la plancha.

Importante: Nada que ver con las judías verdes descongeladas (menos sabor) o de bote (más blandas), estas están en otra liga.

Posiblemente nuestro plato más pijo al precio más accesible.

Entendemos si piensas que un tupper entero de canelones (pasta, bechamel, espinacas, nata, queso de gratinar, queso Philadelphia…) podría resultar pesado.

Nosotros, si no lo hubiéramos probado, quizá también lo pensaríamos…

Pero este tupper sacia sin hinchar.

Su encanto son los pequeños matices: el toque de almendras, el detalle del Roquefort y cómo el queso Philadelphia lo acompaña…

Aunque el sabor del Roquefort es suave, apreciarás más este tupper si tienes el paladar desarrollado y no eres de comer sota, caballo y rey.

Nuestro consejo:

Si no tienes tiempo para cocinar pero sí para dejarlo gratinar, entonces vacíalo y mételo al horno. El queso que le hemos puesto por encima quedará doradito y mucho más rico que al microondas.

Un verdadero banquete para quienes busquen canelones diferentes.

Si tu madre, abuela, suegra… te guardara un tupper del estofado que hizo el día que no estabas (porque te quiere y quiere que comas bien) se parecería mucho a este.

Es tan típico que por eso sorprende:

– Los trozos de ternera tienen la jugosidad típica de la carne recién hecha, aunque no lo esté.

– La patata ecológica tiene la suavidad típica de un estofado.

– El caldo es el típico caldo, solo que le hemos puesto algunos trocitos de pimiento para que típico no signifique aburrido.

Tuppers como este dan sentido a lo que hacemos en NoCocinoMas:

Súper casero, de cuchara, y que te arreglan el cuerpo el día que te apetece comer “lo de toda la vida”.

Aunténtico, casero, notarás los minitrocitos del turrón al degustarlo

Uno de nuestros postres más deseados

Suave bizcocho con intenso sabor a chocolate y avellanas

“No soy de puerros, pero esta crema está requetebuena” –Raquel T.

Entendemos que “crema de puerros” no suene muy sexy.

Es como si tu cita se llama Paco...

No es lo mismo salir a cenar con Paco que salir con Francisco Javier, por mucho que tengan la misma cara. Por eso, si tienes compañía, mejor llama a este tupper “Vichyssoise” poniendo tu mejor acento francés.

Ahora lo importante:

Esta crema, recién destapada, ya huele que alimenta. Huele a sana, a casera. Es ligera, súper suave, y queda espesita y con cuerpo, pero sin ningún grumo . Está bien pasada por la batidora.

Como se puede comer tanto fría como caliente, es una gran opción en verano y en invierno, y también si un día comes fuera y no tienes microondas a mano.

Puedes tomarte la ración entera como principal, o (si al final resulta que Francisco Javier viene a cenar) puede ser un pequeño entrante fresco y sofisticado antes del plato principal.

Pero recuerda:

Francisco Javier es Paco, y una Vichyssoise es una crema de puerros.

Diferente, rica y especial

Tupper Grande: Contiene 100 gr. más que el tupper normal. Ideal si comes con un solo plato.

Nuestro arroz meloso lleva calamar, mejillones y almejas (sin concha), perca, gambas peladas…

Este plato sorprende porque al estar en la sección de “bajos en calorías” muchos piensan que no tendrá un sabor tan intenso a marisco o no será saciante…

…por eso luego puede ser: “todo un descubrimiento” , como nos dice Mar en comentarios.

El arroz está entero y en su punto, y si buscas un tupper de cuchara que te caiga bien al estómago, te caliente el cuerpo y sea ligero para que no tengas que echar la siesta (si no quieres…) es una muy buena opción.

“La belleza está en el interior”

–La sopa castellana.  

No te vamos a mentir: esta sopa tiene lo mismo de fea que de rica.

El sabor de su caldo es intenso por su toque de pimentón. Dentro encontrarás media rebanada de pan blandito, trozos de huevo y muchísimos taquitos de jamón que harán que no eches de menos la sal.

Pero más allá de los detalles, el caldo de carne tiene 7 beneficios muy poco conocidos:  

1. Está lleno de nutrientes vitales como calcio, magnesio y vitaminas A y K, que llegan a tu cuerpo en un formato super digestible (en caldo).

2. Te ayuda a regenerar tu intestino y evitar dolores.

3. Su glucosamina te dará más movilidad en las articulaciones.

4. Es rico en colágeno, esencial para tener una piel sana y un cabello fuerte… y nuestro cuerpo lo produce cada vez menos tras los 30 años.

5. Sus aminoácidos ayudan a dormir más profundamente.

6. Su glicina elimina toxinas de tu cuerpo y te hará sentir con más energía.

7. …y sus aminoácidos te ayudan a reducir la inflamación.  


Sea nuestra sopa o la tuya propia, introducir caldo de carne en tu dieta es una muy buena idea.

Lo más importante que debes saber antes de pedir esta crema de calabaza (o el resto de cremas) es que todo lo que lleva dentro este tupper son alimentos frescos sin ningún conservante.

Todo es natural.

Ninguno de nuestros tuppers lleva conservantes, pero si el sabor de una crema marca la diferencia en tu paladar y en tu estómago, también es por eso.


Dicho esto, ¿qué tiene de particular esta crema de calabaza?


– Su punto dulce la hace muy ligera, pero además le hemos añadido nata sin lactosa para que esté más suave todavía.

– Está espesita, en su punto. La patata, cebolla, zanahoria… todo tiene una textura natural, con grumitos: es una crema casera hecha por una persona.

– Esta crema, como dicen las abuelas, “te arregla el cuerpo”.

Uno de nuestros tuppers “salvavidas”.

Este fresco y sencillo tupper (espirales de colores, atún desmenuzado, cebollita hecha, huevo duro, maíz y zanahoria) te sacará del paso si…


– Ese día comes fuera y no tienes un microondas a mano…

– Te apetece comer algo ligero que no te cueste digerir…

– Estás a dieta en el gimnasio y buscas algo de pasta para merendar que no lleve salsas ni historias raras…

– Tienes plan de playa o de piscina y el grupo no se pone de acuerdo… Eso, o vas solo y no quieres perder media hora haciendo pasta para ti. En ese caso, con un sobrecito de mayonesa lo tienes.

– Ese día te apetece algo fresco…

– Ya estás aburrido de los típicos acompañamientos calientes…


Si se te podría presentar alguna de esas situaciones, puedes guardarte un tupper salvavidas.

Esta crema de calabacín con quesitos revive a cualquiera. Suave, ligera y muy rica

Aunque los quesitos y la nata que tiene le dan un punto muy rico al calabacín… lo más importante de este tupper son las 5 cosas que no lleva:

– No lleva grumos ni restos de piel, pero su textura es cremosa y su color es uniforme como en la foto.

– No lleva ningún conservante, es comida real con sabor real.

– A excepción de la cebolla (que le da un picorcillo chulo al final) no lleva otras verduras para disfrazar el sabor del calabacín ecológico.

– El queso y la nata que usamos no llevan lactosa, así que le sienta fenomenal a todo el mundo.

– No lleva hidratos apenas y es apta para la dieta keto.

Si buscas una cena ligera y sencilla (pero disfrutando de cada cucharada) esta crema te va a gustar mucho.

Nuestro arroz meloso lleva calamar, mejillones y almejas (sin concha), perca, gambas peladas…

Este plato sorprende porque al estar en la sección de “bajos en calorías” muchos piensan que no tendrá un sabor tan intenso a marisco o no será saciante…

…por eso luego puede ser: “todo un descubrimiento” , como nos dice Mar en comentarios.

El arroz está entero y en su punto, y si buscas un tupper de cuchara que te caiga bien al estómago, te caliente el cuerpo y sea ligero para que no tengas que echar la siesta (si no quieres…) es una muy buena opción.

Si algún día entre semana te apetece comer de cuchara, pero no quieres nada grasiento o que te dé una digestión pesada…

Estos garbanzos son perfectos.

Y si los pruebas con los ojos cerrados casi verás el puchero, porque su sabor recuerda más a una receta familiar que a un plato hecho por profesionales.

Nos salen muy tiernos y enteros (sin esos pellejos que tienen algunos) y los acompañamos con trozos de verduras ecológicas que mantienen su sabor natural: judías, pimiento, zanahoria, calabaza…

Todo está envuelto en una salsa de verduras con un puntito de ajo para darle más emoción.

Un tupper vegetariano , equilibrado, y de cuchara, para regenerarse de los excesos del fin de semana.

Que esta crema sea gourmet porque lleva dentro lo mejor del mar no sorprende.

Lo que sí sorprende es la sensación de “esto es casero” que tienes cuando la pruebas.

Si lees “crema de marisco”, quizá te venga la imagen de un restaurante. Luego das una cucharada y te parece hecha en casa: te alimenta, te nutre, te cuida de una forma más natural.

Esta crema se parece más al caldero con gambas, pulpo y merluza que te podrían servir triturado en un puerto de pescadores… que al mantel blanco de un restaurante.

Resumiendo:

Una crema para los que les gusta más el marisco que el postureo.

Este plato no es para menores de 18 años.

No lo decimos por hacer un chiste malo con el nombre, lo decimos muy en serio: esta receta tradicional napolitana tiene un sabor muy potente y no es para paladares básicos.

Si eres de comer cuatro cosas, no pidas este tupper.

Pero si te aburre que la pasta sea siempre boloñesa, pesto o carbonara, entonces puede ser tu gran descubrimiento.

Esta receta es un ejemplo de cómo ingredientes simples pueden crear algo deliciosamente complejo: tomate, aceitunas negras, alcaparras, ajo, anchoas… todo macerado con los tallarines en el tupper saca más sabor que unos recién hechos.


Aviso 1: tiene un toque de picante. Un mejicano te diría “esto no pica nada, güey”. Pero si tú no tienes nada de resistencia… igual te pica.

Aviso 2: como te guste, las salsas típicas te van a parecer para niños

Ojo, porque aunque este tupper parezca que no tiene ningún misterio, hay un par de cosas que suelen sorprender:

La pasta:

La pasta no sorprende… Jajaja. Podríamos tocar el violín y hablarte de prados italianos, pero elegimos estos macarrones con rayitas porque quedan enteros, jugosos y sueltos.

La salsa:

Además de tener tomate frito (tomate con sabor a tomate) también sofreímos cebolla, pimiento rojo y pimiento verde, para que la salsa sea más compleja pero tenga un sabor natural.

El atún: 

No sé si ya probaste nuestras berenjenas rellenas de atún (siempre están entre los más vendidos) pero le hemos cogido el punto al atún para que quede meloso y no muy salado.

La recomendación:

Si puedes vaciar el tupper en una bandeja pequeña para horno, añadirle queso y gratinarlo… Triunfas

El “castigo” de no comer dulce se acaba cuando pruebas esta tarta de queso con un sabor a Philadelphia que se nos cae la baba a todos.

Recubierta de frutas del bosque, su textura es súper cremosa y en su masa encontrarás pequeños detalles de limón. Su punto dulce te encantará si, gracias a la Keto, prefieres los sabores sutiles al dulzor exagerado.

Más de un cliente ha pensado al probarla que nos habíamos equivocado y le habíamos mandado la convencional, pero no:

“He venido a mirar los ingredientes porque no tiene nada que envidiar a ninguna tarta” –Marta V.

Es totalmente Keto y tiene un 0% de azúcar.

Si no te olvidas del dulce, pruébala: te la podrás comer en dos veces, si logras pararte a mitad…

Importante: lee esto con atención antes de pedir.

La parte buena de este pastelito de queso es que tiene un 1% de carbohidratos.

Pero para algunos, la parte menos buena es que su sabor es poco dulce. Así que si todavía no tienes re-educado el paladar (porque llevas poco viviendo sin azúcar) puede que aún no lo aprecies.

Este pastelito es para gente que tiene un antojo de postre, pero se toma en serio la dieta keto y quiere seguirla de la forma más fiel posible.

Si es tu caso, entonces tendrás un postre con una textura algo más consistente que un flan y que podrás acompañar (sin pasarte) con alguna fresa, mora, frambuesa… coco rallado, o sirope de chocolate keto.

Pero si buscas algo más dulce y cremoso, entonces te recomendamos nuestra Tarta de Queso Keto (con sólo un 2% de hidratos).

Si te gustan las albóndigas y tienes la mente abierta, vas a disfrutar con este tupper.
Dentro hay cinco buenas albóndigas. Si nunca las has probado de berenjena, quizá esperas que su textura sea blanda, pero (aunque se parten fácilmente con la cuchara) no se desintegran: están muy enteras , como las de carne.

El sabor sutil de la berenjena se mezcla con una salsa de tomate que conserva su gusto auténtico , su puntito ácido natural. Se nota mucho que es ecológico por el sabor intenso y porque no necesita sal.

Este plato es una buena forma de incluir verdura en tu dieta (sin enterarte) o de ampliar tus opciones si eres vegetariano.

Corta con la cuchara, arrastra un poco de salsita de tomate.. y para dentro.

Si te gusta el buen risotto, vas a disfrutar con este plato.

La nata le da un sabor suave y ligero a este arroz meloso, y mezclada con el parmesano en polvo lo envuelve para darle una textura parecida a la del risotto, pero con un matiz: el grano es largo, asi el arroz queda siempre entero. 

A cada golpe de tenedor, irás descubriendo trozos de tiernas setas con un tamaño que quizá te sorprenda. ¡Ah! y nuestros cocineros te dejarán la cabeza de alguna de ellas entera por si quieres marcarte un tanto con la presentación... o darle un bocado y ver lo bien que combina con la nata y el queso.

Primera gran noticia para muchos:

Este tupper no huele a coliflor… Jajaja

Cuando lo abras, te llegará un matiz de vinagre en el aroma, pero cuando lo pruebes, sólo notarás el ajillo y el pimentón, que son la magia de esta receta y le dan el toque divertido que no tiene la coliflor.

Segunda gran noticia:

Preparamos la coliflor para que quede entera y tierna, pero nunca blanda, y da igual la cantidad que comas porque la vas a digerir bien.

A muchas personas este tupper les gusta solo, pero a nosotros también nos gusta como una guarnición diferente para el pollo o el atún a la plancha.

Si la usas como acompañamiento, con 380 gr de coliflor al ajillo y pimentón tendrás de sobra para tres personas.

Para no equivocarte al pedir:

Olvídate del pollo agridulce del chino, porque se parece a este lo mismo que un huevo a una castaña.

Este pollo agridulce es otra receta diferente.

¿Te gustará más? ¿menos?

No buscamos un conflicto armado con China, pero nuestra propuesta es un pollo agridulce “a la española”: pimiento, cebolla, sésamo… con una salsa más natural y casera.

Esta salsa baña los trocitos de pollo y el arroz basmati del fondo del tupper, y luego tú decides si la mezclas con el resto o no.

Si comes fuera y no te apetecen lentejas (ni pollo y arroz básicos) aquí tienes algo distinto.

PD: Igual te encuentras aleatoriamente algún diente de ajo “a la española”, así que ojo si te pilla en la oficina o buscando pareja… Jajaja

Delicioso cuscús con una mezcla de verduras y pollo. Sabor auténtico.

¿Cuánto tiempo hace que no comes Nuggets?

Estos Nuggets cruelty free de Heura te harán volver a la infancia con una sonrisa en los labios.

Van acompañados de patatas baby ecológicas, tan suaves y tiernas que se deshacen en la boca.

Como sugerencia, hazte con un bote de kétchup, salsa agridulce o la salsa que más te guste, mete los dedos y ¡a disfrutar!

Versión vegana de un tupper mítico de NoCocinoMas.

Los currys indios tienen un sabor tan característico que con un solo bocado te transportan directamente a la India. Esta receta en particular es una de las más reconocidas y siempre está entre los tuppers más pedidos de nuestra carta cada mes.

Para hacer este plato hemos elegido las tiras de Heura y le hemos añadido, como no puede ser de otra forma, una guarnición de arroz basmati que le acompaña a la perfección.

Una delicia para el paladar que no puede faltar en tu nevera si lo tuyo son las gastronomías más exóticas y los sabores que te transportan a otras culturas.

Las tiras de Heura se cocinan en una salsa que lleva la leche de coco como vehículo para un conjunto de especias pensado con mucho mimo para que sea lo más fiel posible a los sabores de la India.

Como acompañamiento lleva arroz basmati, la guarnición inseparable de los currys indios.

Esta ensalada de pimientos asados (o Escalivada para los mediterráneos) es nuestro tupper más bipolar y podemos explicarte porqué:

1. Si te la comes fresquita en verano, encontrarás sabores auténticos de la huerta y del campo: pimiento ecológico rojo, verde… cebollita, aceite de oliva virgen extra, huevo troceado y atún.

Recién salida del frigo, tiene un efecto frío.

2. En invierno, puedes darle un golpecito de calor a la plancha y dorar verduras de la máxima calidad sin preparar nada.

También puedes comerla como plato principal, o como un acompañamiento de lujo a unos filetes a la plancha.


“¡Con tostadas está de vicio!”–nos decía Jordi.

Si te apetece probarla así aunque estés con la Keto, puedes coger un par de rebanadas de pan keto y seguir su truco...

Tupper Grande: Contiene 100 gr. más que el tupper normal. Ideal si comes con un solo plato.

“¡Ayyy, qué gracia!”

Reacción de varias clientas cuando parten esta tortilla por la mitad y ven su simpático relleno.

Y decimos simpático de forma literal, porque si te fijas en la foto, cuando cortas esta tortilla por la mitad (y la tortilla no está enfadada) parece que te sonríe con sus labios de jamón york y sus dientes de queso crema.

Idea para papás y mamás con peques difíciles:

Como tiene un sabor básico, si le pones dos olivas encima de las lonchas (como si fueran ojos) y les dices que es una carita… ¡Igual cuela y se la comen sin rechistar! Jajaja

Ahora, pasemos a los datos para adultos:

– Sí, lleva cebolla.

– Es igual de grande que el interior de un tupper, es decir, con pan tostado y aceite son dos buenos pinchos de tortilla.

– Está bien cuajada por dentro, pero el queso mantiene el interior muy jugoso, como un “efecto San Jacobo”.


Su sabor es totalmente casero y sin conservantes, nada prefabricada:

Es la tortilla de siempre, pero con un toque especial, muy práctica para llevártela a la playa, cortarla a cuadraditos y pincharla con palillos.

Aviso: igual que el chocolate puro no es para todo el mundo, este brownie tampoco.

Si prefieres los postres no muy dulces o llevas varios días haciendo la dieta Keto, disfrutarás de un jugoso bizcocho con un sabor intenso a chocolate puro con trozos de avellana escondidos dentro.

Pero si estás pensando en el brownie normal, no lo compres.

Este sólo tiene un 0,4% de azúcar, es decir, nada. Vienen dos raciones, porque (como todo buen brownie) es bastante denso y con la mitad es suficiente.

Truco de experto:

Si desmenuzas un trozo y lo mezclas dentro de un yogur griego, puedes construirte una especie de “Stracciatella Keto” . Está salvajemente buena, y te dará para 5 o 6 rondas.

Bechamel y queso.

Aquí podríamos terminar, porque pedir algo con bechamel y queso (ambos sin lactosa) es ir sobre seguro.

Pero te confesamos algo: la coliflor no se parece a la foto.

Esa foto es como la tuya del DNI: por supuesto que eres tú, pero tú en realidad estás mucho mejor que en la foto.

Aquí es igual: en realidad recibes la coliflor totalmente bañada en queso y bechamel. Está muy tierna, y el queso y la bechamel le dan una textura blandita que suaviza mucho su sabor.

Te la puedes comer sola (con el huevo duro que ponemos) pero también es un acompañamiento difícil de superar para dos filetes de pechuga a la plancha.

Aunque casi nadie conoce este plato de ningún otro sitio, es uno de los más vendidos de nuestra cocina... ¿su secreto?

Cuando abras el tupper verás tres rodajas de pavo bañadas en una salsa muy curiosa: le hemos añadido un toque de queso Philadelphia al curry que le da una cremosidad y un sabor que es una auténtica pasada.

Todo parece “nuevo” en este plato:

La textura del pavo te gustará si te apetece algo fuera de las carnes habituales como pollo, ternera, etc, y la guarnición de coliflor es perfecta para no quitarle sabor a la salsa y que la puedas disfrutar al máximo.

Si este desconocido es un superventas… el secreto está en la salsa.

Tienes delante una hamburguesa casera de un dedo de gruesa, con trocitos de cebolla, ajo y perejil en su masa que potencian el sabor natural de la carne.

Encima lleva una capa de suave crema de parmesano fundido.

Y encima, cebolla caramelizada.

Ahora partes un trocito con el tenedor y pinchas una patata gajo (patatas deluxe, pero con más sabor por ser ecológicas…)

Lo has pinchado todo, lo mojas en nuestra salsa barbacoa, y te lo metes a la boca:

Carne, queso, cebolla caramelizada y patata… con salsa barbacoa.

Un lujo.

Si encontraras esta combinación en algún sitio: con una hamburguesa de primera calidad preparada desde cero en el mismo restaurante y sin conservantes… ¿Cuánto podría costar?

Ahora mira el precio de este tupper.

Por eso no paramos de enviarla: porque por una hamburguesa gourmet así podrían pedirte más del doble… y aún así no tendrías la sensación de pagar de más.

Puedes acompañar otros tuppers con estas estupendas patatas gajo. Ponles un poco de mayonesa, ketchup o cualquier salsa picante y quedarán aun mejores

Puedes acompañar otros tuppers con este arroz basmati

Estas tortitas llegan para que a muchos desayunar les haga ilusión de verdad, y no pongan cara de puchero y piensen: “bah, lo de siempre”
Son esponjosas y bastante grandes (50 gramos cada una).

Cuando decimos grandes, queremos decir que solo 4 tortitas ya ocupan el tupper a lo ancho y alto, así que hay para dos personas… o para dos días.

¿Y con qué podrías acompañarlas?

– Si haces la Keto y eres de dulce : nata sin azúcar, alguna fresa o fruta del bosque, crema de cacahuete 100% con mermelada de fresa sin azúcar, chocolate 85%...

– Si haces la Keto y eres de salado: mantequilla, un poco de queso fresco con nueces, jamón cocido…

– Si comes de todo y eres de dulce: nutella, plátano, sirope de arce, mermelada, azúcar glass, uva, melón, granada, arándanos…

– Si comes de todo y eres de salado: aguacate, tomate cherry, queso tierno, un huevo frito encima, jamón serrano…


Las 4 tortitas juntas apenas tienen 2,6 gramos de hidratos de carbono porque están hechas con harina de almendra, así que (hagas la Keto o no) tu estómago te lo agradecerá.


Un truco: mételas al microondas unos 10 o 15 segundos, para que ese golpecito de calor las vuelva más tiernas…

Si la mezcla de pollo, setas y bechamel te suena bien y quieres probarla con un toque totalmente nuevo.. este tupper te sorprenderá.

Lo especial de este plato es el matiz fino que la manzanilla le da a su salsa de suave bechamel y soja.

Bañados en esta salsa, encontrarás trocitos tiernos de pollo y setas que podrás comer sólo pinchando, sin cuchillo.

Para no aburrirte y que cada bocado sea distinto, hemos puesto 4 tipos de setas cortadas de formas diferentes: champiñón laminado, shiitake y pholiota enteras, pleurotus a trozos...

¿La guarnición? Unas espirales que tienen una textura perfecta para mezclarlas con el pollo y las setas, sin cambiar el sabor de la salsa

Cuando lo pruebes, verás que los pedacitos de pavo y de patata se te deshacen en la boca y están bañados en una salsa con un aroma muy propio:

Y es que le hemos añadido un poco de vino y de brandy para suavizar el sabor y darle un toque más elegante a una salsa de verduritas bien pasadas por la batidora para que se mezcle bien…

(Mamás y papás: todo el alcohol se evapora en el proceso, así que no tenéis que preocuparos por los peques, este tupper es apto para ellos.)

Para acompañar carnes y pescados, con aceite de oliva virgen, ajitos y setas.