1. No llevan bechamel. No la necesitan. Cuando pruebes un trozo de canelón de carrillera deshilachada mezclado con el puntito dulce de la salsa (a base de cebolla caramelizada y Pedro Ximénez) en lo último que vas a pensar es en la bechamel.
2. La presentación será perfecta aunque los calientes en el tupper. Como no llevan bechamel, cuando los saques del microondas no se quedará el “ladrillo de bechamel” encima. Los canelones quedarán sueltos, y los podrás servir con una pala sin riesgo de que se desmonten. Luego les echas la salsita por encima y listo.
3. No les hace falta queso rallado, pero si tienes que echarles sí o sí, entonces te recomendamos queso Idiazábal.
Estos son nuestros canelones más especiales hasta la fecha. Tienen una muy buena presentación, y están bañados en una salsa que le da un contraste muy chulo a la carne.
Un bocado de auténtico lujo para ocasiones especiales