Dentro hay cinco buenas albóndigas. Si nunca las has probado de berenjena, quizá esperas que su textura sea blanda, pero (aunque se parten fácilmente con la cuchara) no se desintegran: están muy enteras , como las de carne.
El sabor sutil de la berenjena se mezcla con una salsa de tomate que conserva su gusto auténtico , su puntito ácido natural. Se nota mucho que es ecológico por el sabor intenso y porque no necesita sal.
Este plato es una buena forma de incluir verdura en tu dieta (sin enterarte) o de ampliar tus opciones si eres vegetariano.
Corta con la cuchara, arrastra un poco de salsita de tomate.. y para dentro.