“¡Ayyy, qué gracia!”
Reacción de varias clientas cuando parten esta tortilla por la mitad y ven su simpático relleno.
Y decimos simpático de forma literal, porque si te fijas en la foto, cuando cortas esta tortilla por la mitad (y la tortilla no está enfadada) parece que te sonríe con sus labios de jamón york y sus dientes de queso crema.
Idea para papás y mamás con peques difíciles:
Como tiene un sabor básico, si le pones dos olivas encima de las lonchas (como si fueran ojos) y les dices que es una carita… ¡Igual cuela y se la comen sin rechistar! Jajaja
Ahora, pasemos a los datos para adultos:
– Sí, lleva cebolla.
– Es igual de grande que el interior de un tupper, es decir, con pan tostado y aceite son dos buenos pinchos de tortilla.
– Está bien cuajada por dentro, pero el queso mantiene el interior muy jugoso, como un “
efecto San Jacobo”.
Su sabor es totalmente casero y sin conservantes, nada prefabricada:
Es la tortilla de siempre, pero con un toque especial, muy práctica para llevártela a la playa, cortarla a cuadraditos y pincharla con palillos.