Estas judías están enteras, crujientes y nada saladas aunque lleven jamón curado, pero ese no es su secreto.
El secreto es otro.
Si tú compras un manojo, lo cortas y luego lo cueces, podrías conseguir la misma textura crujiente.
Pero aunque añadas el resto de ingredientes, conseguir el sabor que tienen estas judías verdes te sería muy difícil por una sencilla razón: al venir en tupper, las judías tienen tiempo de macerarse con el resto de sabores de cebolla, ajo, aceite… y por eso sacan mucho más sabor que recién hechas.
Son la perfecta cena ligera, y también una guarnición sabrosa, para dos o tres personas, si pones unas pechugas de pollo a la plancha.
Importante: Nada que ver con las judías verdes descongeladas (menos sabor) o de bote (más blandas), estas están en otra liga.