Esta crema de calabacín con quesitos revive a cualquiera. Suave, ligera y muy rica

Aunque los quesitos y la nata que tiene le dan un punto muy rico al calabacín… lo más importante de este tupper son las 5 cosas que no lleva:

– No lleva grumos ni restos de piel, pero su textura es cremosa y su color es uniforme como en la foto.

– No lleva ningún conservante, es comida real con sabor real.

– A excepción de la cebolla (que le da un picorcillo chulo al final) no lleva otras verduras para disfrazar el sabor del calabacín ecológico.

– El queso y la nata que usamos no llevan lactosa, así que le sienta fenomenal a todo el mundo.

– No lleva hidratos apenas y es apta para la dieta keto.

Si buscas una cena ligera y sencilla (pero disfrutando de cada cucharada) esta crema te va a gustar mucho.

Nuestro arroz meloso lleva calamar, mejillones y almejas (sin concha), perca, gambas peladas…

Este plato sorprende porque al estar en la sección de “bajos en calorías” muchos piensan que no tendrá un sabor tan intenso a marisco o no será saciante…

…por eso luego puede ser: “todo un descubrimiento” , como nos dice Mar en comentarios.

El arroz está entero y en su punto, y si buscas un tupper de cuchara que te caiga bien al estómago, te caliente el cuerpo y sea ligero para que no tengas que echar la siesta (si no quieres…) es una muy buena opción.

Por estas lentejas algunos han tenido conflicto familiar, pero antes de contártelo te diremos que si te gustan las lentejas espesitas y con un sabor tan intenso que sientas que te alimentan, éstas te van a encantar.

Para acompañarlas, les hemos puesto trozos de patata ecológica que hasta que las pruebes no te creerás que se deshacen en la boca sin estar recién cocinadas. También llevan zanahoria y chorizo –por si quieres que cada cucharada sea diferente– y algunos trocitos de cebolla para darles un toque especial.

Quizá esto puso en un aprieto a José Rubén, que nos contó:

“En casa, nunca me gustaron las lentejas. Las pedí porque venían en el "pack equilibrado" y les dí una oportunidad. A ver cómo le explico a mi madre que me encantan estas lentejas y en casa no había manera... De 10!!”

Esto es lo que hemos cambiado:

Por petición de nuestros clientes, la nueva receta de este Pollo con Verduras lleva un 50% de carne y un 50% de verduras. Ahora hay pollo para casi dos raciones.

Esto es lo que no hemos cambiado:

– El pollo es tan tierno que no necesita cuchillo, y viene bañado en una salsa líquida para hacerlo aún más jugoso.

– La verdura sigue siendo ligera, y el pimiento le da un toque más interesante que la simple menestra.

Este tupper parece 100% casero de verdad, y es una gran opción para el día que el cuerpo te pida sabores suaves (sin salsas pesadas). Eso, o para cuando hayas hecho una comida copiosa y te apetezca una cena que te siente bien.

Dos noticias para este tupper, una buena y otra depende de ti:

1. La buena es que, como verás en comentarios, todos dicen lo mismo: el pollo está muy tierno, y el tomate y las verduras saben a tomate y a verdura porque son ecológicos y los cocinamos respetando su sabor natural.

Cuando abras el tupper verás el pollo con el tomate pegado a él, no te dejará probarlo solo, van juntos.

2. La otra noticia es que hemos evolucionado nuestra receta añadiendo taquitos de jamón (que le dan un contraste muy especial) y también otros matices de sabor para dar más personalidad.

Recomendación:

Como con una guarnición comen dos personas, te recomendamos acompañarlo de Patatas Gajo. Y si hacéis la Keto, entonces nuestro Brócoli con ajitos y setas.

Que esta crema sea gourmet porque lleva dentro lo mejor del mar no sorprende.

Lo que sí sorprende es la sensación de “esto es casero” que tienes cuando la pruebas.

Si lees “crema de marisco”, quizá te venga la imagen de un restaurante. Luego das una cucharada y te parece hecha en casa: te alimenta, te nutre, te cuida de una forma más natural.

Esta crema se parece más al caldero con gambas, pulpo y merluza que te podrían servir triturado en un puerto de pescadores… que al mantel blanco de un restaurante.

Resumiendo:

Una crema para los que les gusta más el marisco que el postureo.

Grecia tiene mucho encanto, y aquí te traemos una porción súper generosa de uno de los más conocidos.

Un bocado de berenjena, carne picada, bechamel y queso fundido ya le haría la boca agua a cualquiera… pero nuestra Musaka además tiene dos detalles que potencian su sabor:

1. La berenjena y el tomate son ecológicos.
2. La ternera y el cerdo no llevan conservantes.

Los 3 pisos de berenjena salen de una pieza del tupper, pero la cantidad de carne y de bechamel desbordan por los lados de forma natural:

Es como si alguien nos hubiera guardado un trozo.

(Y con lo que cuesta preparar la Musaka y lo rápido que “vuela”... ese alguien seguro que nos aprecia)

Si ya has probado la buena Musaka, te parecerá un lujo poder tener una porción fresca lista en 3 minutos. Y si no, es una alternativa muy interesante a la lasaña porque lleva menos gluten y se digiere mejor.

Es otro de esos tuppers que (al principio) nadie cree que sea compatible con la keto , pero lo es…

Un cliente nos contó una vez una anécdota sobre este tupper:

En vísperas de Navidad, invitó a sus amigos a casa.

Él sabía cocinar lo básico, pero no tenía ninguna “receta especial” y nos pidió varios tuppers de carrilleras.

10 minutos antes de que llegaran sus invitados, puso la carne en una olla, la crema de patatas en una fuente, escondió los tuppers, y cuando tocaron a la puerta, con toda su cara, les dijo:

“Chicos, a la mesa que esto está casi listo”

Y según me dijo, nadie sospechó.

Estas carrilleras son la carne más tierna que tenemos porque sus pequeñas vetas de grasa hacen que se te deshaga en la boca, y por eso casi siempre son el tupper más vendido en una selección de más de 100.

Y por supuesto que nada es para todos, pero lo que es seguro es que este tupper convierte un lunes cualquiera en una ocasión especial.

Una pasta de queso suave y el toque de jamón

Cuando pruebes este pescado no te creerás que lleve unos días en tu nevera.

Calentitos, estos dos filetes de merluza sin espinas quedan tan tiernos y tienen un sabor tan natural que no necesitan que ninguna salsa los complemente.

Si sirves este tupper en un plato, su presentación es muy buena: los filetes vienen con su toque de perejil arriba, y las patatas –cortadas planas– con la cebollita le dan un toque elegante y ligero al pescado sin quitarle protagonismo.

Además, en el fondo del tupper te añadiremos un poco de la salsita que dejan las patatas y la merluza cuando se hacen al horno para que la eches por encima y le saques brillo.

“¿Dónde has estado todo este tiempo?”

Si no has pedido nunca este tupper (porque no te puedes imaginar a qué sabe la salsa al whisky) puede que esta sea tu sensación cuando lo pruebes.

Ainhoa nos dijo:

“Con esa salsa yo comería cartón y me parecería una delicia. De verdad, riquísima. Como para pedir un tupper solo de la salsa y acabar con las existencias de pan.”

Y es que esta salsa tiene ese carácter elegante y sofisticado que dan los alcoholes evaporados como el brandy, whisky, vino blanco…

Sabe a celebración familiar, te da esa sensación de “fecha señalada”.

Aunque la salsa al whisky tiene mucha personalidad, es tan suave que nadie te dirá que le empacha o que no le pasa. Es más, permite saborear mejor los filetes de lomo (textura de lomo de orza) y la patata (tierna, pero no arenosa).

Y lleva tanta salsa que no sabrás qué es patata y qué es carne.

Resumiendo: este tupper es como ese grupo de música buenísimo pero que, por cuestiones de marketing, no se hace tan conocido. Sin duda, una de las grandes especialidades de nuestra cocina.

Bechamel y queso.

Aquí podríamos terminar, porque pedir algo con bechamel y queso (ambos sin lactosa) es ir sobre seguro.

Pero te confesamos algo: la coliflor no se parece a la foto.

Esa foto es como la tuya del DNI: por supuesto que eres tú, pero tú en realidad estás mucho mejor que en la foto.

Aquí es igual: en realidad recibes la coliflor totalmente bañada en queso y bechamel. Está muy tierna, y el queso y la bechamel le dan una textura blandita que suaviza mucho su sabor.

Te la puedes comer sola (con el huevo duro que ponemos) pero también es un acompañamiento difícil de superar para dos filetes de pechuga a la plancha.